Japón siempre ha sido un lugar especial para mi, por de sus gentes, por su forma de ser y de vivir, por el respeto y cariño que han mostrado hacia mi persona, por la admiración que les profeso como pueblo y por tantas y no solamente en Oriente sino en Occidente. Así,siempre que pueda les tenderé la mano cuando lo necesiten y esa fue la principal causa de la existencia de las pulseras solidarias, que confío sirvan para paliar en la medida posible el desastre que tuvo lugar el pasado verano en Niigata. No hay nada que pueda hacer olvidar el dolor que vivieron las víctimas y familiares tras las para ayudar a algunos de los niños que perdieron a sus familias en estos trágicos sucesos.

Y como se suele decir que las desgracias nunca vienen solas, aprovecho estas palabras para mandar otro mensaje de solidaridad y los terremotos vividos recientemente en la zona de Niigata. Y ofrecerles de nuevo todo mi apoyo, pues siempre que me busquen, me encontrarán. Porque confío en verles pronto y en seguir estrechando unos lazos que espero duren toda la vida. Me reconforta comprobar que un pueblo como el japonés, y en concreto el de los habitantes de Niigata, me tiene en tan alta estima. Y en saber que yo sea para sus gentes una persona amiga, con la que compartir tanto éxitos deportivos como momentos tan delicados. En bueno y en lo malo, tanto yo como el resto de las personas que estamos en el Valencia Club de Fútbol estaremos junto a ustedes, habitantes de Niigata, y siempre que tengamos ocasión de demostrarlo, no dudaremos en estar a su lado.

Pablo Aimar